El Año Nuevo ha comenzado con alguien tocándonos a la puerta: “Somos de la Junta Nacional de Relaciones Laborales y estamos aquí para ayudarlos”. No se hagan la idea de que puedan hacer creer que no hay nadie en la casa porque la compañía de ustedes no esté sindicalizada. La “NLRB” sigue entrometiéndose en las operaciones de su empresa como si fuera una parte interesada activa, y el año 2016 quizá lo deje a usted rascándose la cabeza.
El 24 de diciembre, una mayoría de la Junta concluyó que la regla laboral que contiene el manual del empleado de la empresa Whole Foods, la cual prohíbe que se graben sin autorización la reuniones de la compañía, violaba las normas de la Junta. Esta concluyó que dicha restricción impedía que los empleados participaran en actividades del centro de trabajo tales como dialogar sobre los términos y condiciones de empleo y sindicalización. Haciendo constar que “las fotografías y las grabaciones de audio y video en el centro de trabajo estaban protegidas en ciertas circunstancias”, la Junta falló que tal regla resultaba una prohibición de una actividad concertada protegida “tales como fotografiar la formación de un piquete o grabar pruebas que se vayan a presentar ante tribunales administrativos o judiciales con respecto a asuntos laborales”. Por fin, le ordenó a Whole Foods que revocara la regla. Sin proveer orientación específica, la Junta dio a entender que una política menos restrictiva podría ser legal. Además, la Junta no tomó en consideración cómo su fallo podría estar en conflicto con las leyes de estados, como la Florida, que tipifican como un delito el grabar lo que diga una persona sin su consentimiento.
Piense acerca de lo que acaba de leer por un segundo. Tal vez ya no pueda emitir una política general que exija a sus empleados obtener aprobación antes de videograbar o fotografiar algo en su centro de trabajo. Eso habría sonado absurdo hace unos pocos años. Vamos a ver si se presenta una petición ante un tribunal federal para que revise esa decisión. Predigo que a la