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Benjamin Moore & Co. es una empresa estadounidense de pinturas.Un ex gerente de Benjamin Moore, Clinton Tucker, aduce que la compañía comercializa pinturas con nombres racialmente insensibles… refiriéndose, de hecho, a su nombre y apellido. Tucker aduce que los colores de pintura “Clinton Brown” y “Chocolate Tucker” se refieren a él y que lo despidieron por quejarse de los colores de estas pinturas. La empresa respondió con una contrademanda contra Tucker aduciendo, entre otras reclamaciones, difamación, difamación comercial e ilícita.

El presentar una contrademanda contra un demandante en un caso de discriminación laboral no es la respuesta común, ya que se puede argumentar que una contrademanda infundada constituye una forma de represalia. Claro que Benjamin Moore es de la firme opinion que le han hecho un daño injusto y expresa en su contrademanda que Tucker presentó su acción judicial con intención dolosa y con el propósito de extorsionar a Benjamin Moore a cambio de dinero y de difamar y perjudicar la reputación de la empresa.

La contrademanda por difamación aduce que Tucker y/o sus agentes hicieron una declaración en falso a los medios de prensa, que no estaba contenida en la demanda, de que a las pinturas les pusieron por él los nombres de “Clinton Brown” y “Chocolate Tucker”. No es cierto, dice Benjamin Moore.

La contrademanda expresa que los nombres en cuestión se comercializan en coordinación con la Colonial Williamsburg Foundation. (La Colonial Williamsburg Foundation es responsable de la restauración y preservación de la Ciudad Colonial de Williamsburg, Virginia). Vea la línea completa de colores de Williamsburg.

Benjamin Moore aduce que el color “Chocolate Tucker” se puso por Saint George Tucker, un prominente erudito de Williamsburg en el siglo XVIII que luchó en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Benjamin Moore aduce que tanto el color “Tucker” como el “Clinton” se habían estado vendiendo incluso antes de contratar a Clinton Tucker.

Este caso demuestra cómo incluso decisiones comerciales cotidianas aparentemente inocuas se pueden utilizar para “pintar” a una empresa con un matiz potencialmente racista. ¿Hay alguien por ahí que se llame “Navajo Blanco ”? (Vea el color 947)