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Con la rápida automatización se llega a un punto de inflexión acerca de tener empleados humanos en los centros de trabajo. La automatización se va a convertir en algo tan omnipresente que las empresas van a tener que combinar las tareas laborales que queden por hacer unificándolas en puestos laborales híbridos a realizar por los empleados humanos que a su vez queden. ¿Ese es el futuro? No, esto ya ocurre ahora. ¿Y qué va a significar para los empleados con discapacidades que necesiten que les proporcionen acomodaciones?

La revista The Atlantic nos brinda una mirada de cerca al USS Gabrielle Giffords, uno de los más nuevos y efectivos acorazados en la Armada de los Estados Unidos (“the US Navy”). Cinco marinos ahora manejan las tareas que antes realizaban 12. La Armada denomina esto una “dotación mínima de personal”. Los distintos puestos del pasado han desaparecido. Los cocineros cargan sogas y actúan como electricistas, maquinistas y técnicos de turbinas. Al igual que la Armada, los empleadores privados están tratando de hacer más con menos.

Walmart recientemente anunció que iba a eliminar el puesto de los “saludadores” a favor de un puesto híbrido llamado “anfitrión de clientes”. El anfitrión tiene funciones adicionales entre las que se encuentran brindar ayuda a los clientes, respaldar a los guardias de seguridad, recoger los carritos, limpiar líquidos derramados y alzar mercancías de hasta 25 libras.

McDonalds está emprendiendo un esfuerzo concertado para automatizar sus operaciones. Empezando en septiembre del 2018, ya un tercio de sus tiendas tenían quioscos con pantallas táctiles, y para el 2020 la meta es tenerlas en el 100% de todas las tiendas en los Estados Unidos. Anteriormente este año, McDonalds comenzó su tecnología de reconocimiento de voz de prueba en los “servicios al auto” en Chicago. Adentro, las freidoras robóticas cocinan pollo, pescado y papitas fritas. Otras cadenas de restaurantes están experimentando con lavaplatos y hornos “robóticos” e incluso robots que voltean hamburguesas. Esto significa que tal vez solo uno o dos empleados terminen trabajando en cada tienda.

El resultado: al automatizarse cada vez más tareas, habrá menos necesidad de tener empleados humanos. Los puestos de trabajo que de hecho queden se van a empezar a parecer mucho a los modelos de “dotación mínima”: un solo empleado va a realizar varias tareas diferentes que solían realizar múltiples empleados. Del empleado de los tiempos modernos y del futuro muy cercano se va a esperar que sea un “hacelotodo”. Sin embargo, los empleadores que consoliden las tareas y las conviertan en puestos híbridos tienen que considerar lo que implica esta nueva normalidad.

Un área de preocupación es el efecto que un puesto híbrido reconfigurado podría tener en los actuales empleados que tengan discapacidades. De acuerdo con la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (“ADA” por “Americans with Disabilities Act”), los empleadores pueden cambiar las descripciones y las funciones de los puestos de trabajo para poder alcanzar sus metas de negocios. Sin embargo, cuando un trabajador discapacitado se ve afectado negativamente, el empleador debe participar en un proceso interactivo para tratar de encontrarle al mismo una “acomodación razonable”. La pregunta se convierte entonces en… ¿habrá acomodaciones razonables disponibles? Imagínese el restaurante McDonald’s en el futuro no muy distante, donde la mayor parte del trabajo ya se ha automatizado y queden uno o dos empleados para realizar las últimas tareas que resten. Con tan poco empleados, si un trabajador no puede llevar a cabo una sola de las funciones que conlleva el puesto, sencillamente no va a haber ningún otro que pueda realizar esa tarea, así que quizá no exista una acomodación razonable. McDonald’s tal vez no tenga ninguna otra opción fuera de contratar a otra persona para reemplazar al empleado que tenga una incapacidad.

Otro asunto que los empleadores deben considerar es cuán “esencial” es una “función esencial”. Si tomamos por ejemplo el nuevo “anfitrión de clientes” de Walmart, este puesto va a abarcar todo un popurrí de tareas. Cuando un empleador como Walmart o la Marina de Guerra consolida tantas tareas en un solo puesto, de manera que ninguna es “esencial”… ¿qué constituye entonces “la esencia” o las “tareas esenciales” de ese puesto? Si el “anfitrión de clientes” limpia derrames una vez al mes, levanta mercancías de más de veinte libras una vez por trimestre y respalda a los guardias de seguridad dos veces al año… ¿decidirán los tribunales que esas funciones no son esenciales o que todas lo son? Esto puede convertirse en un problema si la incapacidad del solicitante para realizar la función que antes no era esencial pero que ahora lo es (dado que no hay nadie disponible para realizarla) constituye el fundamento para no contratar al solicitante.

Todavía no sabemos cómo los tribunales van a analizar estos puestos híbridos a la luz de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades. Las empresas no tienen que privarse de experimentar con puestos híbridos que combinen funciones esenciales. Sin embargo, los empleadores deben asegurarse de que las descripciones de los nuevos puestos expresen las funciones esenciales de los mismos lo más precisamente posible. Los empleadores también deberán considerar cuál es la mejor manera de acomodar empleados con discapacidades cuando, lo que antes de consideraba una tarea no esencial, ahora se ha convertido en una esencial. Debido a los cambios tecnológicos y a una fuerza laboral humana reducida a un equipo “esqueleto”, se deberán encontrar nuevas formas de acomodar a los empleados, ya que sencillamente pedirle a otro que asuma responsabilidades adicionales quizá no sea posible.

*Nuestro especial agradecimiento a Thomas Raine, que me ayudó a redactar este post. Thomas es candidato de tercer año al Doctorado en Derecho de la Escuela de Derecho de la Universidad de Miami.