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Hace un año, Dan Price, el jefe ejecutivo de Gravity Payments, anunció sus planes de aumentarles el sueldo a todos sus empleados a $70,000 para el 2017, incluso a los principiantes.  Para poder compensar el aumento de los costos laborales, Price proclamó su intención de reducir su propio sueldo de más de $1,000,000+ a $70,000 (él aparentemente ganó alrededor de $2,000,000 en el 2012).  Huelga decir que Price alcanzó inmediatamente un nivel de celebridad e incluso salió en la portada de la revista Inc.  Algunos, en la derecha, lo tildaron de socialista.

¿Una locura, verdad?  (Hagamos el cálculo:  supongamos un total anual de 2,080 horas laborales, lo que nos da una tasa de $33.65 por hora…  ¡la hora extraordinaria asciende a poco más de $50.00!)  No hay manera que una empresa pueda sobrevivir si se excede en su paga por tanto dinero de la demanda del mercado, ¿cierto?  Tiene que haber sido una jugarreta.  Otros pusieron en duda los verdaderos motivos que tenía Price.  Tal parece que no mucho antes de que hiciera su asombrosa proclama, su hermano (que parece ser también su socio) demandó a Price aduciendo que la remuneración de este era excesiva y pidió a los tribunales que obligaran a su hermano a que le comprara su participación minoritaria en la empresa.  Price decidió antes del juicio entregarle los datos financieros de la compañía al periódico USA TODAY para que sus resultados fueran públicos,  y estos datos nos dan una visión interesante de cómo el aumento de salario ha afectado el rendimiento de esta.

En lugar de llevar a la empresa a la quiebra, USA TODAY expuso que los aumentos, en muchos aspectos, habían tenido un impacto positivo en su patrimonio neto.  Los ingresos, se dijo, se elevaron y las ganancias aumentaron (aunque no tanto en lo que va del año) y la satisfacción de los empleados se acrecentó marcadamente (pero desde entonces ha vuelto a los niveles que precedieron el anuncio).  Los empleados también relatan que se concentran más en su trabajo y que sienten menos estrés en general.

Ahora bien, si usted, como yo, tiende a ser un poco cínico, es probable que atribuya este aumento en el desempeño a la publicidad nacional e internacional que generó el anuncio.  (Y, de seguro, me encuentro entre los que se erizaron cuando empezaron a sonar los llamados para un salario nacional mínimo de $15.00 la hora. Más sobre ese tema a continuación.)  Pero como también reporta USA TODAY, en por lo menos dos casos en que otras empresas también aumentaron significativamente los salarios (aunque sin la publicidad nacional e internacional), se vieron resultados positivos que atribuyeron a esos aumentos.  Tanto Pharmalogics Recruiting, de Boston, como Mount-It!, de San Diego, les incrementaron significativamente la remuneración a sus empleados. Las dos empresas informaron que el resultado ha sido mejoras en el rendimiento según varios indicadores métricos, entre ellos aumento de ingresos y ganancias, menos rotación de empleados y mejor desempeño de estos en aspectos medibles (interanualmente) para las dos compañías.  Dejando a un lado los motivos que tuviera… ¿podría ser que Price ha acertado en algo? Sí y no.

Una cosa es que un dueño de negocios tome la decisión de aumentar los salarios basado en la capacidad de su empresa de tolerar tales aumentos (con suerte beneficiarse de ellos) y otra totalmente distinta es que los políticos arbitrariamente impongan estos aumentos – o sea: el salario mínimo federal de $15.00 – a negocios de los que conocen poco o nada.  De hecho, la decisión de aumentar el salario mínimo federal a una suma arbitraria puede hacerles daño a las mismas personas que los políticos desean ayudar.  Viene a colación el caso de que los robots reemplacen a los empleados para contrarrestar el costo de hacer negocios que resultaría, entre otras cosas, de aumentar rápidamente el salario mínimo.  Walmart anunció recientemente que estaba experimentando con vehículos aéreos no tripulados para tomar el inventario en un día, lo cual actualmente les toma a los empleados un mes, y ejecutivos del sector de la comida rápida anticipan que llegará el día en que los robots puedan reducir el número de empleados que se necesiten en cada restaurante. Royal Caribbean ha estado usando robots como cantineros en los bares de sus nuevos navíos.

En última instancia, la retórica sobre un aumento en el salario mínimo nacional la tienen que considerar los negocios no desde un punto de vista puramente político (como se está haciendo sin duda en este año de elecciones) sino desde el punto de vista del valor que tiene para los accionistas.  En otras palabras, si existe una correlación entre, no meramente aumentar los salarios, sino aumentarlos drásticamente y un mayor rendimiento general de la empresa, tiene cierta lógica comercial el por lo menos analizar detenidamente esa opción.  Sin duda que no estoy diciendo que ese sea el enfoque indicado. Hay muchos factores que afectan el rendimiento y satisfacción de los empleados. Al analizar su estructura salarial, cada empleador tiene que asegurarse de que esta guarde conformidad con los medios y objetivos generales de su empresa. Pero si hay una verdadera correlación entre aumentos salariales sustanciales con un horizonte de uno a tres años y un aumento de ganancias e ingresos, con más satisfacción laboral y un mayor rendimiento (en términos cuantificables) así como menos atrición – tanto de empleados como de clientes – sin olvidar el enorme beneficio potencial en relaciones públicas, tal vez valga la pena considerarlo.