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Ayer los empleadores lograron una importante victoria en la continua ola de litigios sobre lo que constituye o no tiempo remunerable de acuerdo con la Ley de Normas Razonables de Trabajo (“Fair Labor Standards Act” o “FLSA”). La Corte Suprema de los Estados Unidos falló que los empleadores no tienen que pagarles a sus empleados el tiempo que pasen en los registros de seguridad para evitar el hurto al final de sus turnos laborales.

Este caso en particular tuvo que ver con empleados de almacenes cuyo principal trabajo era sacar y empaquetar productos que iban a ser entregados a clientes de Amazon. Estos empleados tenían que pasar por registros de seguridad y detectores de artículos metálicos al final de su turno para evitar el hurto de mercancía por parte de los empleados. Los empleados adujeron que estos registros posteriores a la terminación del turno podían durar hasta 25 minutos principalmente debido a las largas colas de espera causadas por el gran número de empleados que salían más o menos al mismo tiempo. Estos registros eran obligatorios para todos los empleados de almacenes.

Los empleados presentaron su demanda aduciendo que se les debía pagar el tiempo que pasaban en esos registros de seguridad ya que estos se realizaban para el exclusivo beneficio de la empresa. Los empleados también adujeron que la empresa podía haber tomado pasos para disminuir el tiempo de espera añadiendo más registradores o terminando los turnos a diferentes horas para que los empleados pasaran menos tiempo en los puntos de registro. Mas, sin embargo, la compañía no tomó esas medidas.

En una decisión unánime (lo cual es raro de por sí), la Corte Suprema falló que la compañía no tenía que pagarles ese tiempo a los empleados. La Corte opinó que el tiempo que los empleados se pasaban en estos puntos de registro no formaba parte “integral e indispensable” de sus tareas como trabajadores de almacén. En otras palabras, el trabajo principal de los empleados – sacar y empaquetar productos del almacén – no resultaba afectado por este registro obligatorio. Si la compañía decidiera eliminar estos registros, podría hacerlo sin por ello afectar la capacidad de los empleados de realizar su trabajo. La Corte expresamente rechazó el argumento de que, sencillamente porque la empresa exigía estos registros, esto significaba que el tiempo que se pasaban en ellos formaba parte “integral e indispensable” del trabajo de los empleados.

Aunque sin duda los empleadores tienen razón para regocijarse, esta decisión no constituye una regla general que abarca todas las actividades que se realicen antes y después del turno. Desafortunadamente, no todas las actividades que los empleados tienen que realizar antes o después de su turno fueron creadas iguales. La Corte recalcó que hubo ciertas decisiones anteriores que sí exigieron a los empleadores que les pagaran a sus empleados el tiempo que pasaran realizando ciertas tareas antes o después del turno laboral. Por ejemplo, a los empleados de una planta de acumuladores que se tenían que duchar y realizar otras tareas de descontaminación al terminar sus turnos se les tenía que pagar por ese tiempo ya que estas tareas se exigían para proteger la salud de los empleados. Otro ejemplo que citó fue el de un carnicero que se tenía que pasar tiempo antes de empezar su turno afilando sus cuchillos para poder realizar su trabajo eficientemente. De nuevo, ese tiempo era remunerable de acuerdo con el análisis que llevó a cabo la Corte.

Antes de poner en vigor una política relacionada con pagar ciertas tareas antes o después del turno laboral, los empleadores deben tomar en consideración que los tribunales típicamente se basan en diferencias o sutiles matices fácticos para llegar a sus decisiones. En todo caso, esta opinión les debe dar a los empleadores una orientación muy necesaria en el mundo actual de niveles elevados de seguridad.