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Me gustan las películas de ciencia ficción igual que cualquier otra persona, pero… ¿qué pasa cuando la ciencia ya no es “ficción”?  Si usted ha estado siguiendo los desarrollos en el campo de las computadoras, quizá haya vista informes recientes acerca de cómo algunos individuos de bastante buena reputación, como Stephen Hawking, Bill Gates y Elon Musk, creen que la mayor amenaza a la humanidad puede no ser el Estado Islámico de Irak y el Levante ni los terroristas en general, ni la proliferación nuclear, sino la inteligencia artificial… y que no son los únicos.

La lógica es más o menos la siguiente: Una vez que se haya desarrollado una verdadera inteligencia artificial, el hombre ya no será la “especie” más inteligente en el planeta (acuérdense del episodio del “Viaje a las estrellas” en que Data quería que lo reconocieran como un ser sentiente) y, al igual que pasó con el hombre, lo más probable que siga al desarrollo de la inteligencia artificial es que entonces procederá a dominar el mundo.  Piensen en Will Smith en “Yo, Robot”. No suena muy halagüeño.

La perspectiva del “vaso a medias” de Stephen Hawking es verdaderamente inquietante.  En una entrevista con la BBC con respecto a la inteligencia artificial, Hawking dijo que “Las formas primitivas de inteligencia artificial que ya tenemos han resultado ser muy útiles, pero creo que el desarrollo de una inteligencia artificial plena podría significar el fin de la raza humana. Una vez que los humanos desarrollen la inteligencia artificial, esta podría despegar y rediseñarse por sí sola cada vez más rápido. Los humanos, que están limitados por la lenta evolución biológica, no podrían competir y serían dejados atrás y sustituidos.”  Sustituidos.

En un artículo del 4 de febrero de 2015, publicado en The Guardian, Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google, “estimó que los robots alcanzarán los niveles humanos de inteligencia para el año 2029, lo cual supuestamente nos deja 14 años para reinar supremos”. La computadora “Watson” de IBM, que ganó el juego de Jeopardy en el 2011, se ha usado exitosamente para realizar diagnósticos clínicos y puede llevar a cabo ciertas tareas mejor que los propios médicos.  La misma máquina se ha transformado también en un “abogado artificial”, que puede ejecutar pesquisas en bases de datos jurídicos y de correspondencia para encontrar información que sea posiblemente pertinente.

Bueno… ¿y qué tiene esto que ver con un blog de derecho laboral (fuera de que anuncie el posible fin de MI trabajo)?  Con suerte, eso no sucederá muy pronto, pero es una consecuencia lógica que deberíamos empezar a considerar y debatir y que quizá ya es más inminente:  el impacto de que la robótica y los algoritmos nos desplacen – en vez de que meramente nos complementen – en las tareas que siempre creímos solo las podían hacer los humanos.  (Cuando la mayor parte de los abogados se presentaban al primer día de clases en la facultad de derecho, por lo menos había un profesor sadista al que le encantaba decir: “Miren a su izquierda y ahora a su derecha.  Una de esas personas no va a estar ahí el otoño siguiente”.  Qué buena gente.)

Bueno, al paso que va el desarrollo tecnológico, quizá la inteligencia artificial tenga algunas aplicaciones que veremos en el transcurso de nuestras vidas en el centro de trabajo.  Felizmente, no todos los eruditos ven la incorporación de la robótica en el centro de trabajo como algo negativo.  En un artículo de diciembre de 2012 para la revista Wired, Kevin Kelly describe la probable progresión de que los robots reemplacen a los humanos en el centro de trabajo… algo que ya estamos empezando a ver hoy día.  Como un solo ejemplo, en la última temporada de fiestas, Lowes puso a prueba el uso de “robots saludadores” en ciertas tiendas.  Sí.  Robots trabajando “hombro con hombro” con seres humanos… con empleados y clientes de Lowes por igual. Aún estamos esperando el resultado de su experimento pero parece inminente que vamos a ver muchas más cosas parecidas en el futuro nuestro.

terminatorTenemos que empezar y luego aumentar el debate con respecto a la inteligencia artificial y al uso de robots y algoritmos como un medio de reemplazar empleados y el impacto que esto tendrá en la fuerza laboral. Dada la velocidad con que se está desarrollando la tecnología, no debemos quedarnos atrás y, sin duda, no queremos que la pesimista perspectiva del profesor Hawking llegue a hacerse realidad.

A más corto plazo, sin embargo, las actuales tecnologías inteligentes nos ofrecen oportunidades para mejorar la experiencia del cliente y aumentar la productividad en general.  Como observó Steven Rattner en un , artículo del 14 de junio de 2014 en New York Times, “Llámese automatización, llámese robots o llámese tecnología, todo esto se reduce al concepto de producir más con menos empleados. Lejos de ser una perspectiva que asusta, es algo bueno”.  Sí.  Algo muy bueno.